Y el Silencio hizo presencia...

A al una de la madrugada, al fondo de la plaza de la Campana, en Alfonso XII, se apagan las luces, la calle queda a oscuras. Esto es, sin duda alguna, la señal de que la hermandad de El Silencio se prepara para salir a las calles de Sevilla.

A Los cinco minutos se abre la puerta de la calle, igualmente llamada calle de El Silencio, como no cabe duda la calle se enmudece y comienzan a salir a las calles esos negros nazarenos de túnica de ruán, con sus cirios perfectamente alineados y levantados levemente a escasos centímetros del suelo, hasta que la Dolorosa de esta primitiva hermandad salga sobre los pies de sus queridos Hijos Costaleros.

Comienza a salir El Nazareno de Sevilla por la calle citada anteriormente, a su vez a la Campana se produce la pedida de la Venia, una pedida típica, pues se hace en silencio, no se intercambian palabras. A la salida de este misterio le acompaña una lluvia, si, una lluvia, pero una lluvia de flashes, de sus hijos queriendo inmortalizar este momento que no olvidarían nunca.

Lela a la Campana esa Cruz de Guía en color caoba con las cruces de Jerusalén perfectamente diseñadas en plata en el centro de la Cruz de Guía, escoltada por esos niños vestidos para a ocasión, con la llegada de esta Cruz de Guía escuchamos la primera saeta de las que podemos escuchar en la Campana.

Tras un leve discurrir de nazarenos por la plaza se produce la legada del Nazareno la Campana totalmente en Silencio, y de fondo ese trío de música de capilla que madrugada tras madrugada acompaña al Nazareno, con su discurrir en Campana se escucha la segunda saeta de la noche.

Apenas ha terminado de pasar el paso de misteio cuando los cirios de la hermandad de estos nazarenos se alzan al completo, señas de que la Dolorosa , acompañada por San Juan Evangelista está en la calle.

Tras quince o veinte minutos e aproxima a la campana este gran palio de la madrugada, se escucha en ese palio se escucha la única conversacion durante el discurrir de esta hermandad, El de María de la Concepción y San Juan Evangelista, con su discurrir se escucha la tercera y última saeta a esta hermandad, que año tras año sorprende a la gente que se cansa de verlo.

Con la salida de esta hermandad por la calle Sierpes, la noche más mágica de Sevilla continúa su camino y ahora le toca llegar a la Hermandad del Gran Poder, de la cual en nuestra proxima entrada la analizaremos como es su discurrir por la Campana.