El Cristo de la Sagrada Cena comenzaba a verse por la calle Doña María Coronel cuando comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia, y que valga la rebundancia, nos hacía pensar que este Domingo de Ramos se oscurecía, este leve goteo no cesaba, y las malas noticias empezaban a llegar desde escasos metros, porque la hermandad de la Borriquita que se encontraba en la Campana decidía volver a su templo acortando el recorrido, hacía pensar que la Cena tomaría la misma decisión. La lluvia cesó durante escasos minutos, parecía que todo había pasado, la hermandad de la Cena había revirado y ya enfilaba la Plaza de la Encarnación cuando alguien que no estaba invitado decidió entrar en la fiesta, la lluvia, era un fuerte aguacero que afectaba no solo a la Cena, tambien a tres hermandades más, la citada anteriormente, Jesús Despojado que se encontraba esperando para entrar en la Campana y la Hermandad de La Hiniesta que acababa de salir el Cristo de la Buena Muerte. La hermandad de La Cena, a pesar del aguacero decidió continuar iendo de frente buscando la Iglesia de la Anunciación pero esa opción no podía ser realizada, puesto que la hermandad de Jesús Despojado que ya se encontraba en Campana decidió ir a la Anunciación y fue entonces cuando decidieron darse la vuelta y volverse hacia su iglesia, la Iglesia de Los Terceros.
El segundo de los pasos de esta hermandad, el Cristo de la Humildad , no se encontraba tan lejos de su templo, estaba en la calle Doña María Coronel, por lo tanto podríamos decir que la lluvia le pilló cerca de su templo, un Cristo que fue tallado en el siglo XVI.
Por último solo queda comentar Nuestra Señora del Subterráneo, el palio fue el que menos se mojó, ya que apenas avanzó cien metro cuando le sorprendió y la lluvia y se vieron forzados a volver a su templo.
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